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La tarjeta contactless es ampliamente utilizada como medio de pago en nuestras compras diarias. Según un estudio realizado por el bufete de abogados Osborne Clarke, el 57% de los consumidores utilizamos este tipo de tarjetas para adquirir productos y servicios, cada vez utilizando menos efectivo. Aunque son cómodas y seguras, el hecho de no tener que introducir un código PIN al usarlas puede generar preocupación. Para garantizar nuestra seguridad al comprar con una tarjeta sin contacto, aquí te presentamos cinco medidas que podemos tomar. Una pista: una de ellas es fácil de realizar y económica, pero muy efectiva.

1. Lleva un inhibidor de señal para tarjetas contactless en tu cartera

En el mercado se pueden encontrar productos que funcionan como inhibidores de señal, los cuales desactivan cualquier dispositivo electrónico que emita señales y evita su uso. Hay inhibidores para señal WiFi, móvil, televisión e incluso GPS, que se pueden aplicar a una tarjeta contactless como la de WiZink sin renunciar a sus ventajas:

Producto

Coste del pago aplazado

Contactless

Ventajas

Interesa

Tarjeta de Crédito WiZink

27,24 % TAE

Compras con hasta un 50 % de descuento
Seguros gratuitos para compras y viajes seguros
Sin comisión de apertura ni mantenimiento
No es necesario cambiar de banco

Solicitar

También existen inhibidores específicos para desactivar tarjetas contactless. Son productos similares a una tarjeta que se colocan en la cartera con el resto de nuestras tarjetas. Además, tienen el mismo tamaño y peso, por lo que no serán incómodos de llevar en nuestro monedero. Además, son asequibles, con un costo de menos de 15 euros.

2. Obtén una funda de papel con protección RFID

Otra opción es adquirir una funda con tecnología RFID para proteger nuestra tarjeta contactless. También funciona como un inhibidor, pero nos permite desactivar solo una tarjeta en lugar de todas las de nuestra cartera, lo que nos brinda la posibilidad de proteger la que más nos importe. Además, no es difícil encontrar este tipo de fundas.

Hay una amplia variedad de fundas con tecnología RFID en el mercado, de diferentes diseños y precios. Sin embargo, no hace falta invertir mucho para estar bien protegido y evitar que alguien acceda a nuestras tarjetas sin contacto. Podemos encontrarlas en varias páginas web por menos de un euro cada una. Además, son ligeras y no ocupan mucho espacio en el monedero.

3. Opta por una cartera metalizada

El material metálico genera un efecto similar en la tarjeta al ingresar con el teléfono móvil a un ascensor. Según el concepto físico conocido como jaula de Faraday, anula las señales externas que recibe la tarjeta contactless. De esta manera, todas las tarjetas que coloquemos dentro de la cartera quedan automáticamente desactivadas hasta que las abramos para pagar con alguna de ellas.

Esta es la opción más práctica, porque nos evita tener que forrar cada tarjeta sin contacto en una funda individual y nos permite llevarlas todas protegidas al mismo tiempo. Sin embargo, también es la más costosa. Una billetera de este tipo generalmente tiene un precio que oscila entre 30 y 60 euros, dependiendo de dónde la adquiramos.

4. Envuelve tu tarjeta sin contacto en papel de aluminio

Esta opción se basa en el mismo principio anterior, pero es más económica, aunque no tan conveniente. Al igual que en el método anterior, también utilizamos el metal para desactivar la tarjeta sin contacto, pero lo hacemos de manera individual. Por lo tanto, podemos utilizar esta técnica con una sola tarjeta en lugar de hacerlo con todas nuestras tarjetas.

Un inconveniente a tener en cuenta es la fragilidad del papel de aluminio. Si se rompe el envoltorio, no será efectivo. Sin embargo, esta opción es la menos voluminosa y más accesible para proteger nuestras tarjetas sin contacto.

5. Reducir el importe mínimo de compra para solicitar el PIN

Esta opción debe ser considerada si se desea optar por un método más simple. Tenemos la posibilidad de contactar a la empresa emisora de nuestra tarjeta sin contacto para reducir el importe mínimo de compra requerido para ingresar el PIN o para que siempre se nos solicite el PIN cada vez que usemos nuestra tarjeta. De esta manera, podremos utilizarla con mayor seguridad.

Otra opción es desactivar la función sin contacto y utilizarla como una tarjeta tradicional. Para cualquiera de estas dos opciones, deberemos comunicarnos con el emisor de nuestra tarjeta, por lo que no podremos utilizarla hasta que nos confirmen la desactivación.

Aunque las tarjetas sin contacto siempre han sido consideradas menos riesgosas, las empresas emisoras continúan trabajando en la implementación de nuevas medidas para garantizar la máxima seguridad. De esta manera, no tendremos que arriesgar ni elegir entre comodidad y seguridad.

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