Las monedas conmemorativas y el mundo de la numismática en México
En México, las monedas conmemorativas son objetos de gran atracción para los coleccionistas. La numismática es un popular pasatiempo en el que se buscan monedas y billetes especiales emitidos por el Banco de México, la autoridad monetaria nacional a través de la Casa de Moneda de México. Seguramente has visto el sello Mo en cualquiera de las piezas de dinero en metálico con las que pagas tus compras diarias.
Si bien se siguen presentando nuevas variedades, las monedas conmemorativas comúnmente tienen una denominación de veinte pesos. Estas piezas carecen de gran valor intrínseco debido al material con el que están fabricadas. Sin embargo, existe una moneda mexicana reconocida en el mundo del coleccionismo por el metal precioso en el que está acuñada. Nos referimos a la moneda Azteca de oro, que forma parte de la Serie Centenario y tiene un valor facial de $20, aunque su valor de mercado es mucho más elevado.
Aunque su denominación es de veinte pesos, estas monedas tienen un valor en el mercado de miles de pesos, principalmente debido a su composición de oro puro. Estas monedas se produjeron a partir de 1917, siguiendo la reforma monetaria de 1905, que estableció el uso del oro como patrón para la acuñación de monedas en México hace más de un siglo.
Características de la moneda Azteca de oro
La moneda Azteca de oro tiene un contenido de 0.48227 onzas de oro puro, lo que equivale a 16.667 gramos del metal amarillo. Tiene una pureza de 0.9 y un diámetro de 27.5 milímetros con acabado satinado. En el anverso, presenta el escudo nacional utilizado desde 1825, con el águila de perfil y la leyenda «Estados Unidos Mexicanos» en la parte superior, junto con el año de acuñación según el Banco de México.
En el reverso, esta legendaria moneda muestra una reproducción de la Piedra del Sol, también conocida como calendario azteca, en la parte superior, y la denominación en letra «Veinte pesos» en la parte inferior, seguida de la ley y el gramaje de la pieza. Debido al contexto histórico en el que se acuñó esta moneda, sus características y su fabricación con un metal precioso, tiene un valor en el mercado de coleccionables que puede superar los 24 mil pesos e incluso los 50 mil pesos, dependiendo de las condiciones de conservación del ejemplar.
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