Saltar al contenido

La forma en la que nos conectamos a Internet en la actualidad ha experimentado cambios en comparación con hace unos años. Ahora es más común utilizar dispositivos conectados a redes inalámbricas para navegar. Anteriormente, solíamos conectarnos a través de cables al router. Estos cambios tienen ventajas y desventajas, pero generalmente nos adaptamos a las ventajas de cada tecnología. En este artículo, vamos a explicar por qué a veces estamos conectados al Wi-Fi pero no tenemos acceso a Internet, y también daremos algunos consejos sobre qué hacer en estas situaciones.

Razones por las que a veces estamos conectados al Wi-Fi pero sin acceso a Internet

Es importante tener en cuenta que estar conectados a una red Wi-Fi no implica tener acceso a Internet. Puede haber varias razones por las que no podemos acceder a la red, a pesar de que nuestros dispositivos estén correctamente sincronizados con el router de forma inalámbrica. Esto puede resultar frustrante, ya que todo parece estar bien, pero no podemos navegar por la web.

Tal vez estemos conectados a un router o punto de acceso que en ese momento no tiene conexión a Internet por alguna razón. Puede haber un problema de hardware, la compañía de servicios puede tener dificultades para brindar el servicio o el punto de acceso simplemente puede estar conectado a otros equipos para intercambiar información sin estar conectado a la red en sí.

Supongamos que hemos llegado hasta aquí porque estamos conectados a nuestro router a través de Wi-Fi pero no tenemos acceso a Internet. Explicaremos las razones más comunes de este problema y qué podemos hacer para solucionarlo. Como verás, existen posibles soluciones para las diferentes causas que pueden provocar fallos en la red inalámbrica, incluso cuando estamos conectados.

Incidencia en la línea o la conexión a Internet

Una de las posibles causas podría ser que no tengamos acceso a Internet. Es posible que haya una incidencia en la línea y que nuestra compañía de servicios tenga problemas para ofrecer la conexión correctamente en ese momento. Este es un problema que no depende directamente del usuario, ya que estamos a merced del tipo de error en el lado de la compañía de servicios. Esto puede hacer que, aunque nuestros dispositivos estén correctamente conectados al router, no podamos acceder a Internet.

Este tipo de problemas pueden tener diferentes alcances y tipos. Puede ser un problema local, que afecte a nuestra casa, comunidad o calle, o puede ser un problema más grande que afecte a nivel nacional. Esto significa que el número de afectados puede variar desde un solo usuario hasta miles. La solución del problema también depende del tiempo que se tarde en resolverlo. Por lo tanto, la información proporcionada por los usuarios es vital, ya que ayuda a la compañía de servicios y a los técnicos a comprender el alcance de la avería y a encontrar la mejor forma de abordar el problema. No es lo mismo un problema con el cableado de una calle que un problema con la centralita.

En la actualidad, las compañías de servicios alquilan las instalaciones de Internet, lo que les permite ofrecer sus servicios a un mayor número de usuarios. Como resultado, una avería puede afectar a usuarios de diferentes compañías, como por ejemplo Movistar y O2.

Una forma de comprobar si este puede ser el problema es intentar navegar con otros dispositivos. Si el mismo problema persiste, entonces no se trata de un problema puntual de un solo equipo. En general, cuando esto ocurre, podemos encontrar casos similares de otros usuarios en las redes sociales o incluso en las cuentas de las compañías de servicios, donde informan sobre el problema. También es posible consultar las redes sociales para ver si otros usuarios están experimentando los mismos problemas o si alguien ha reportado algún problema relacionado con la incidencia.

Para verificar si hay algún problema con la conexión a Internet, es importante revisar lo siguiente:

  • Verifica si hay algún indicador LED en color rojo en el router. Si observas alguna luz roja en el router, esto indica que no hay sincronización, no se está recibiendo potencia en la fibra óptica o puede haber una incidencia en la conexión a Internet.
  • Inicia sesión en el router a través de un navegador web. Generalmente, la dirección que debes ingresar es http://192.168.1.1. Sin embargo, es necesario verificar la puerta de enlace predeterminada de tu PC para acceder con esa dirección IP. Una vez dentro, podrás ver el mensaje de error que indica el router y tratar de resolverlo.

Si todo parece funcionar correctamente, te recomendamos hacer un ping a una dirección de Internet, como los servidores DNS de Cloudflare (1.1.1.1 y 1.0.0.1) o los servidores DNS de Google (8.8.8.8 y 8.8.4.4). Para hacer esto, simplemente abre una ventana de símbolo de sistema (consola) y escribe «ping 8.8.8.8». Espera unos segundos para ver si hay o no comunicación.

Si hay comunicación, significa que tienes conexión a Internet. Sin embargo, si no puedes abrir páginas web, es probable que haya un problema con los servidores DNS. Intenta hacer un ping a Google escribiendo «ping www.google.es» para ver si obtienes respuesta. Si no recibes respuesta de Google pero sí de los servidores DNS de Google (8.8.8.8), significa que tienes un problema con los servidores DNS configurados en tu equipo y debes cambiarlos.

Si necesitas cambiar los servidores DNS, te recomendamos seguir estos pasos: ve a «Panel de Control / Centro de redes y recursos compartidos», haz clic en «Cambiar configuración del adaptador» a la izquierda y luego haz clic derecho en tu tarjeta de red (ya sea Ethernet o WiFi) y selecciona «Propiedades». En el menú que se abre, elige «Protocolo de Internet versión 4 (TCP/IP)» y haz clic en «Propiedades». Ahora, cambia los servidores DNS ingresando los de Google (8.8.8.8 y 8.8.4.4) y acepta todos los cambios. Luego, prueba nuevamente la conexión y debería funcionar sin problemas.

Problema de sincronización del router

También puede ocurrir que el router no sincronice correctamente con la red. Aunque los dispositivos modernos suelen ser capaces de manejar muchas solicitudes y permanecer encendidos durante semanas sin problemas, puede haber momentos de saturación que provoquen una pérdida de conectividad. Esto suele suceder principalmente si se trata de un router antiguo, que no proporcionará Internet de manera correcta a los usuarios. Sin embargo, aún podríamos conectarnos a través de Wi-Fi, aunque no tendríamos acceso a Internet.

Si hemos conectado muchos dispositivos recientemente al router y este no es muy potente, es antiguo o tiene recursos limitados, esta es una de las causas más probables. Debemos tener en cuenta que es posible que no se esté sincronizando correctamente, lo que resulta en una falta de conexión.

La sincronización correcta o incorrecta del router puede afectar varios aspectos, como:

  • Velocidad: también conocida como ancho de banda.
  • Atenuación: se refiere a las variaciones realizadas en función de la calidad de la señal que llega al router.
  • Margen de señal al ruido: es la diferencia que puede tener el router entre el punto más alto y el más bajo de la banda de frecuencia, donde se identifica el ruido de la línea.

Problemas de conectividad en el punto de acceso

Es frecuente encontrarse con dispositivos que amplían la señal inalámbrica para proporcionar conexiones en diferentes ubicaciones. Esto es especialmente común en lugares de trabajo y grandes centros, donde se atiende a múltiples usuarios en áreas distintas. Sin embargo, en ocasiones nos podemos encontrar con la situación en la que este repetidor no está realmente conectado al router, lo que nos impediría acceder a la red.

Ante esta situación, es necesario verificar que efectivamente se trata del punto de acceso en cuestión y no de un problema general de la red. En caso de tratarse del punto de acceso, se puede realizar su correcta configuración o buscar soluciones para restablecer la conexión a Internet de manera normal. Este tipo de incidentes suelen ocurrir en áreas conocidas como «zonas muertas», en las que los dispositivos, como repetidores inalámbricos, no tienen acceso real a la red a pesar de permitir que nos conectemos a ellos.

Por lo tanto, es fundamental revisar regularmente todos los puntos de acceso que tenemos en nuestra vivienda o lugar de trabajo para garantizar su correcto funcionamiento y que estén debidamente conectados al router.

Fallas a nivel de sistema

Sin embargo, debemos considerar la posibilidad de que el problema esté relacionado con una falla a nivel de sistema. Podría ocurrir que nuestro equipo esté infectado con malware, lo que estaría impidiendo la conectividad de Internet de manera adecuada. También es posible que contemos con un antivirus o un cortafuegos que estén bloqueando el acceso a Internet, a pesar de estar conectados al router de forma inalámbrica. Otra causa podría ser un problema de software en la tarjeta de red.

Asimismo, una mala configuración también podría generar este tipo de errores. En ocasiones, hemos tenido que modificar algunos ajustes de nuestra conexión a nivel de sistema, lo que puede generar problemas. Incluso una actualización del sistema operativo podría causar dificultades en la conexión a Internet.

En algunos casos, el problema podría estar relacionado con una actualización que no se completó correctamente. Si has intentado recientemente actualizar Windows a una nueva versión y el proceso no se ha finalizado adecuadamente, esto puede generar conflictos con la tarjeta de red y ocasionar problemas de conectividad. Lo mismo puede ocurrir con los controladores de red, que podrían generar interferencias en el sistema si se ha producido algún error.

Interferencias del firewall o antivirus

Es relativamente común encontrarse con situaciones en las que tenemos un firewall instalado pero no lo hemos configurado correctamente. Esto podría estar bloqueando cualquier tipo de conexión y evitando que podamos navegar de manera normal. Aunque estemos conectados al Wi-Fi, es posible que no podamos utilizar ningún programa que requiera conexión a red. También es posible que el antivirus esté interfiriendo, lo cual podría ocasionar errores de este tipo. Generalmente, Windows incluye su propio firewall y antivirus que funcionan correctamente, por lo que este problema puede surgir si hemos instalado otro programa adicional.

Aunque es fundamental contar con este tipo de aplicaciones, es cierto que en ocasiones no funcionan correctamente si hemos realizado cambios en la configuración o si tenemos dos programas antivirus activos simultáneamente, lo cual puede generar conflictos. Este es un motivo frecuente de errores de conexión.

Lo mismo puede ocurrir si tienes instalada una red privada virtual (VPN). Las VPNs ofrecen muchas ventajas, especialmente en términos de seguridad y privacidad al navegar por Internet, y también nos ayudan a evitar bloqueos geográficos o acceder a contenido distribuido en diferentes bibliotecas según el país de la conexión, como el caso de Netflix, por ejemplo.

Sin embargo, es importante destacar que este tipo de programas también pueden interferir y causar problemas al navegar por Internet o al acceder a la red. Esto puede ocurrir tanto en computadoras como en dispositivos móviles, especialmente cuando utilizamos una VPN gratuita o de baja calidad. Esto puede generar problemas en el dispositivo e interferir con otras aplicaciones.

Problemas de hardware

Los problemas de hardware pueden ser complicados de detectar. En muchas ocasiones, la falta de una evidencia visual directa puede hacer que el problema quede opacado por otros posibles problemas de software o incluso que se resuelva con un simple reinicio. Sin embargo, hay varios problemas de hardware que pueden causar la falta de conexión a Internet a través de Wi-Fi. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Router defectuoso: Si el router presenta algún defecto, pueden surgir diversos problemas que afecten su funcionamiento en general. Algunos síntomas de estos problemas pueden incluir dificultades para acceder a la configuración, entre otros.
  • Problemas con el módem: El módem se encarga de convertir la señal de Internet en la señal que el router puede emitir. Si el módem tiene problemas, no será posible establecer una conexión a Internet. La conexión intermitente o la baja velocidad son indicios de posibles problemas con el módem.
  • Firmware: Aunque se trata de un tema de software, el firmware también puede generar problemas de hardware. Si el firmware del router está desactualizado, puede causar fallas en el hardware, al igual que si está corrupto o presenta algún tipo de error. El firmware es fundamental para el correcto funcionamiento del router, por lo que tiene implicaciones a nivel de software y hardware.
  • Configuración: Al igual que el firmware, una configuración inadecuada del dispositivo puede generar problemas de hardware.
  • Antena: Las antenas son componentes sensibles en un router y se encargan de garantizar una señal de calidad. Un fallo en una de ellas puede afectar el correcto funcionamiento de la red, como una señal débil o intermitente.

Error aislado

En muchos casos, estos problemas pueden ser situaciones puntuales y aisladas. Las causas pueden ser diversas, como microcortes en la conexión a Internet o picos de baja velocidad en la conexión. En el último caso, la conexión puede ser insuficiente incluso para navegar por Internet de manera adecuada y cómoda. De todos modos, si estos problemas se repiten constantemente, lo mejor es contactar al equipo de soporte del proveedor de servicios de Internet (ISP) o buscar información en Twitter. En esta red social, generalmente hay usuarios que publican sobre las interrupciones en el servicio del ISP, lo cual indica que el problema es externo.

Si esto ocurre una vez y solo por unos minutos, no hay motivo para preocuparse. Lo más probable es que sea un error temporal y aislado, que no se repita constantemente. Sin embargo, si se repite con frecuencia, no siempre es culpa del ISP. Alguno de nuestros dispositivos puede estar generando el problema, especialmente si consume una gran cantidad de ancho de banda. Esto puede afectar la conexión a Internet de los demás dispositivos que siguen conectados a la red. En este caso, será necesario identificar el dispositivo que está generando el problema y determinar por qué está consumiendo tanto ancho de banda.

Como se puede observar, los problemas aislados son comunes en general, pero no deberían serlo a nivel individual. Hay muchos factores que pueden afectar la conexión a Internet de forma temporal y mínima. Resolver estos problemas puede ser complicado o simple, dependiendo de si el problema radica en el ISP. En ese caso, podemos estar tranquilos, a menos que nuestro trabajo dependa de una conexión a Internet estable.

Cómo resolver el problema de conectividad Wi-Fi

Hemos identificado los principales motivos por los cuales nos conectamos a una red pero no tenemos acceso a Internet. Esta situación puede generar dificultades en nuestras actividades diarias, ya sea trabajar o buscar información. Por lo tanto, es necesario encontrar una solución. A continuación, veremos algunos puntos que debemos tener en cuenta para tener una conexión Wi-Fi estable.

Reiniciar los dispositivos y el enrutador

Si comenzamos por lo más básico, lo primero que debemos hacer es reiniciar tanto nuestros dispositivos como el enrutador. Sin embargo, en el caso de este último, es importante realizarlo correctamente: debemos mantener el enrutador apagado durante aproximadamente 20-30 segundos. De esta manera, nos aseguramos de que el reinicio se realice de manera adecuada.

De esta forma, por ejemplo, podemos solucionar el problema de gestionar una gran cantidad de solicitudes al mismo tiempo. Esto puede ocurrir con el tiempo, especialmente cuando hay muchos dispositivos conectados al enrutador y este se satura.

En muchas ocasiones, este simple paso puede solucionar problemas comunes que nos dejan sin conexión. Es una acción sencilla y rápida que podemos tomar en cuenta en caso de errores con la conexión Wi-Fi, ya sea que experimentemos una velocidad deficiente o que directamente no tengamos conectividad y no podamos navegar.

Si estás utilizando una tarjeta de red externa, también puedes intentar reiniciarla. Básicamente, lo que debes hacer es desconectarla del puerto USB, reiniciar la computadora, encenderla nuevamente y luego volver a conectar la tarjeta. El sistema la reconocerá automáticamente y es posible que solucione algún problema puntual que pueda haber.

Olvidar la red

Si el problema se presenta únicamente con una red Wi-Fi en particular, lo que puedes hacer es simplemente dejar de recordarla. Para ello, debes ir al icono de Wi-Fi en la barra de tareas, seleccionar la red correspondiente y hacer clic derecho para luego seleccionar «Olvidar».

Si esa red no está dentro del rango de alcance en ese momento, también puedes dejar de recordarla. En este caso, debes ir a Inicio, ingresar a Configuración, Red e Internet, Wi-Fi y seleccionar «Administrar redes conocidas». Se mostrará una lista de todas las redes a las que te has conectado anteriormente, solo debes buscar la que está causando problemas y dejar de recordarla.

Después, vuelves a conectarte a esa red. Te solicitará nuevamente la contraseña, como si nunca hubieras estado conectado. Tal vez este proceso tan sencillo te permita acceder a la red inalámbrica sin dificultades.

Actualizar el sistema regularmente

También es importante mantener el sistema actualizado correctamente, especialmente en lo que respecta a la red. Esto implica, principalmente, actualizar los controladores de la tarjeta de red, el firmware del enrutador, entre otros. A veces surgen problemas cuando tenemos una versión antigua. Puede haber conflictos al instalar una nueva actualización del sistema operativo si tenemos controladores de tarjeta de red obsoletos.

Para actualizar correctamente la tarjeta de red en Windows, debemos seguir estos pasos: primero, vamos a Inicio, luego ingresamos al Administrador de dispositivos, seleccionamos Adaptadores de red y allí elegimos la tarjeta correspondiente. Luego, hacemos clic derecho y seleccionamos Actualizar controlador. Este es un proceso importante que debemos realizar periódicamente para asegurarnos de que todo funcione correctamente.

Además, es esencial tener la última versión del sistema operativo, ya que si está desactualizado puede haber incompatibilidad con los controladores de la tarjeta de red inalámbrica y pueden surgir problemas. En este caso, debemos ir a Inicio, ingresar a Configuración y seleccionar Windows Update. Ahí aparecerán posibles nuevas versiones y debemos instalarlas para tener lo más reciente.

Es importante asegurarnos de que el proceso se complete completamente. Si hubiera algún archivo pendiente o no se completara correctamente, podría generar conflictos a nivel del sistema y dificultar la conexión a una red inalámbrica o causar fallas en el reconocimiento del adaptador de red Wi-Fi.

Mantener la seguridad del equipo

Por otro lado, garantizar la seguridad del equipo es crucial. A veces, los problemas de este tipo surgen debido a la presencia de malware. Es fundamental contar con herramientas de seguridad, como un buen antivirus, que puedan prevenir este tipo de problemas. Esto aplica a todos los sistemas operativos que utilicemos.

Asimismo, además de contar con software de seguridad, es importante tener programas adecuados. En ocasiones, el firewall puede interferir y provocar la falta de acceso a Internet. Debemos controlar este tipo de software y verificar si el problema de estar conectado al Wi-Fi pero no tener Internet se debe a ello.

Podemos mencionar antivirus como Windows Defender, Avast o Bitdefender, que son ampliamente utilizados, aunque hay muchas opciones disponibles. Siempre debemos asegurarnos de utilizar un programa confiable que nos brinde una protección adecuada. Buscar información en Internet, leer comentarios de otros usuarios y seleccionar un programa que se adapte a nuestras necesidades nos ayudará a mantener nuestro equipo seguro de manera efectiva.

Soluciones para problemas de Windows

Una opción recomendada para solucionar problemas de red en Windows es utilizar el solucionador de problemas integrado en el sistema operativo de Microsoft. Esta función puede ser muy útil cuando nos encontramos con dificultades de conexión.

Para utilizarlo, debemos seguir estos pasos:

  1. Ir al menú de Inicio.
  2. Acceder a Configuración.
  3. Pulsar en Red e Internet.
  4. Seleccionar la opción de Solucionador de problemas, ubicada en Configuración de red avanzada.
  5. Continuar el proceso y elegir los adaptadores de red para que el solucionador identifique el problema.

El solucionador realizará un análisis que puede tomar unos minutos. Una vez finalizado, mostrará los posibles errores detectados y, si es posible, los corregirá. Después de esto, deberíamos poder utilizar la tarjeta de red y conectarnos sin problemas, siempre y cuando se haya encontrado y solucionado el origen del error.

Desactivar el proxy

Aunque los servidores proxy y las conexiones VPN pueden proporcionarnos beneficios en la navegación por internet, en ocasiones pueden generar problemas de conexión. Estos problemas suelen deberse a fallos en el filtrado de tráfico o a interrupciones en la conexión.

Si estás utilizando un proxy y experimentas dificultades de conexión, puedes intentar desactivarlo siguiendo estos pasos:

  1. Ir al menú de inicio de Windows y buscar la configuración.
  2. Acceder a la sección de Red e Internet.
  3. Desplazarse hacia abajo hasta encontrar la sección de configuración manual del proxy.
  4. Desactivar la opción de utilizar un servidor proxy.

Después de desactivar el proxy, es recomendable reiniciar el equipo para que los cambios surtan efecto correctamente. Luego, puedes comprobar si puedes navegar correctamente por internet.

Restablecer la configuración de red

Si todas las soluciones anteriores no han dado resultado, una opción es restablecer por completo la configuración de red. Esto implica desinstalar y reinstalar todos los controladores para corregir posibles fallos. En ocasiones, pueden existir conflictos, configuraciones erróneas o fallos que se pueden solucionar de esta manera.

En el caso de Windows, puedes hacerlo accediendo al menú Inicio, luego seleccionando Configuración y posteriormente Red e Internet. Allí encontrarás la opción de Restablecimiento de red. Esta acción puede solucionar el problema actual y otros similares que puedan surgir. En resumen, esta acción devuelve la configuración de los adaptadores a la versión original, tal y como estaban después de instalar los controladores.

Evitar la instalación de programas no oficiales

Es fundamental asegurarse de instalar solo aplicaciones confiables, seguras y oficiales en Windows. Esto garantiza un mejor rendimiento, un aprovechamiento óptimo de los recursos y una mayor protección del equipo sin posibles fallos de seguridad.

Por lo tanto, se recomienda instalar únicamente aplicaciones descargadas de fuentes seguras y oficiales para asegurarse de que funcionan correctamente. Esto ayudará a evitar problemas con la red Wi-Fi y fallos que puedan afectar al sistema. En Internet se pueden encontrar muchas aplicaciones modificadas maliciosamente o con problemas que afectarán al rendimiento. Incluso algunas de ellas pueden consumir excesivamente los recursos de red y hardware.

Estos fallos mencionados anteriormente pueden generar conflictos con el sistema operativo y sus componentes. Por ejemplo, podemos estar conectados a la red Wi-Fi pero no tener acceso a Internet debido a algún software que hemos instalado. No necesariamente significa que sea un virus, ya que a veces un programa que no representa una amenaza puede causar problemas en el sistema.

Contactar al proveedor de servicios de Internet (ISP)

Si has intentado todas las soluciones anteriores y el problema persiste, es posible que haya un problema a nivel del proveedor de servicios de Internet (ISP). En este caso, sería recomendable contactar con el soporte técnico del ISP para informarse y también para que ellos estén al tanto del problema.

Es posible que haya incidencias en ciertas zonas, donde una comunidad se quede sin conexión a Internet, lo cual sería considerado un problema generalizado. Por lo general, las soluciones a estos problemas no tardan mucho tiempo, aunque en algunos casos puede llevar dos o tres días resolverlos por completo.

En estas circunstancias, existe una normativa que establece que los proveedores de servicios de internet (ISP) están obligados a brindar compensaciones a los usuarios. Por lo tanto, si nos quedamos sin conexión a internet, sin importar la duración, deberíamos recibir una compensación por ese tiempo sin servicio.

Beneficios de una red Wi-Fi sin conexión a internet

Imaginemos que no tenemos una solución a corto plazo para acceder a Internet a través de nuestra red Wi-Fi. Esto no significa que la red sea inútil, ya que todavía podemos llevar a cabo algunas funciones sin depender de la conexión a internet. Aunque no es algo común, puede darse el caso de que solo deseemos interconectar los dispositivos de nuestro hogar, y esto se puede lograr con una red Wi-Fi que no tenga acceso a internet.

En esta situación, lo más habitual sería compartir archivos entre diferentes equipos o controlarlos a nivel de red local. Esto se puede hacer mediante carpetas compartidas o el acceso a unidades de almacenamiento conectadas en la red local. Estas funciones no dependen de una conexión a internet, por lo que, en este caso, la red Wi-Fi seguirá siendo útil para visualizar el contenido de esas unidades.

En resumen, estos son algunos consejos que podemos ofrecer en caso de conectar a una red Wi-Fi pero no tener acceso a internet. Como hemos mencionado, las causas pueden ser diversas y, por lo tanto, también existen diferentes soluciones. Por lo general, suele tratarse de un problema de sincronización con el enrutador o estar conectado a un punto de acceso sin conexión a internet. Siguiendo los pasos indicados, podremos solucionar el problema y restablecer la conexión de manera normal.

Artículos relacionados