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Tener incidencias con la conexión a Internet es algo que puede ocurrir con frecuencia. Al intentar navegar por la red o conectar nuestros dispositivos, es posible que nos encontremos con problemas que nos impidan hacerlo. Estos problemas pueden deberse a diversas causas, como una mala configuración de los dispositivos, problemas con el proveedor de servicios o una señal débil. Sin embargo, también pueden deberse a problemas con el router, lo cual es el tema que abordaremos en este artículo.

¿Existen problemas con mi router?

Esta es una pregunta que muchos usuarios se hacen cuando se dan cuenta de que no tienen conexión a Internet o de que esta funciona de manera deficiente. ¿Será que el router presenta algún problema o la causa es otra? A continuación, expondremos algunos puntos básicos que debemos verificar para identificar dónde está el error. Es evidente que el router es el dispositivo principal que nos permite navegar por la red, por lo que es fundamental solucionar cualquier complicación cuanto antes.

Es importante tener en cuenta que los routers son dispositivos que se utilizan de forma continua y casi ininterrumpida, lo cual puede provocar que, con el tiempo, se vea afectada su capacidad o eficiencia en algunos aspectos. Por lo general, nos percatamos de que un router está llegando al final de su vida útil cuando comenzamos a experimentar síntomas como conexiones lentas, la necesidad de reiniciarlo constantemente para que funcione correctamente o la pérdida intermitente de la conexión debido a la saturación, algo que no solía ocurrir antes.

Otras situaciones que suelen ocurrir con frecuencia cuando nuestro router presenta algún problema o se encuentra cerca de fallar es que deje de funcionar de manera repentina y sin ninguna razón aparente, como cortes de luz o interrupciones en el servicio por parte del proveedor. En estos casos, suele bastar con reiniciarlo para que vuelva a funcionar con normalidad.

Estos pequeños detalles son los que debemos tener en cuenta, especialmente si comienzan a repetirse de forma constante, para determinar si es necesario revisar a fondo el router, ya sea a nivel físico o de configuración, o si es el momento de reemplazarlo. Cuando comenzamos a perder la conectividad o si la señal no es constante y esto ocurre con frecuencia, la causa principal en la mayoría de los casos suele ser un problema con el router.

Esto también es aplicable si observamos una falta de respuesta por parte del dispositivo o una disminución significativa en el rendimiento, ya sea en términos de velocidad de conexión o incluso en la pérdida de la configuración sin motivo aparente.

Verificar otros dispositivos

Indudablemente, el primer paso que debemos tomar para determinar si el problema está en nuestro router o en el dispositivo que estamos utilizando es probar con otro. Por ejemplo, si estamos experimentando problemas al navegar por Internet desde el ordenador, podemos intentarlo con un teléfono móvil u otro dispositivo. Sería extraño que experimentemos fallas en la conexión en múltiples dispositivos, por lo que esto nos ayudaría a detectar problemas.

En caso de que el problema persista, entonces nos encontraremos frente a una falla que no está relacionada con ese dispositivo en particular. Es posible que nuestro router presente algún problema y, por lo tanto, no esté funcionando correctamente. Siempre debemos tener a mano otros dispositivos con los que podamos conectarnos a la red y comprobar si todo funciona correctamente.

Observar los indicadores luminosos del enrutador

Otra señal que siempre podemos tener en cuenta es la de las luces. Normalmente, los enrutadores tienen una serie de LEDs informativos para verificar si la red Wi-Fi está activa, si hay dispositivos conectados a los puertos Ethernet o si hay acceso directo a la red. Si vemos algún LED de color rojo, por ejemplo, podría indicar que hay algún problema.

Esto puede variar según nuestro enrutador, pero podemos observar las luces indicadoras para verificar si está conectado y funcionando correctamente. Sin duda, es una prueba adicional para verificar que todo funciona correctamente o si es necesario tomar alguna medida para corregir el problema.

Probar la conexión Wi-Fi y por cable

También podemos probar con otra conexión. Si estamos utilizando una conexión por cable y tenemos problemas, podemos intentar probar con la conexión Wi-Fi. Es posible que el enrutador no funcione correctamente debido a algún problema con los puertos Ethernet que impiden que nuestros dispositivos se conecten.

Por otro lado, también puede ocurrir lo contrario, que haya un fallo en la red Wi-Fi y que no pueda ofrecer una conexión inalámbrica adecuada. Esto suele ocurrir especialmente cuando nos encontramos lejos del dispositivo y la cobertura no es óptima. También puede ser debido a un problema con el adaptador de red de nuestro dispositivo.

Por lo tanto, tanto si estamos utilizando una conexión por cable como una conexión inalámbrica, podemos enfrentar diferentes problemas que afecten a la conexión, y resulta útil probar la opción alternativa. Así podremos identificar si hay algún problema con nuestro dispositivo y tomar las medidas necesarias para solucionarlo.

Acceder al enrutador

No hay mejor manera de verificar si el enrutador está conectado y funcionando correctamente que acceder a él. Esto puede variar según el dispositivo, pero generalmente se hace ingresando 192.168.1.1 en la barra de direcciones del navegador. Allí deberemos ingresar nuestras credenciales y contraseñas. Si no sabemos cuál es la puerta de enlace predeterminada, en Windows podemos abrir el Símbolo del sistema y ejecutar el comando ipconfig para obtener esa información.

Si no podemos acceder al enrutador, podría significar que no está funcionando correctamente. Puede que no esté conectado correctamente o que haya un problema con el cable, entre otras posibilidades. También podemos intentar acceder a través de la aplicación móvil, ya que muchos modelos ofrecen esta opción.

Sin embargo, puede ocurrir que no puedas acceder al router, pero el problema no radica en él, sino en el dispositivo que estás utilizando. Por ejemplo, si intentas conectarte desde una PC por cable y no tienes acceso, es posible que el problema se deba al cable o que ese ordenador no esté conectado a la red por alguna razón, lo cual podría ser causado por un problema con la tarjeta de red.

Conectarse a otra red

Otra forma de descartar que el problema no esté en nuestros dispositivos, sino en el router, es conectarse a otra red Wi-Fi y verificar si funciona correctamente. Si logramos tener acceso a Internet en esa red, entonces el problema no está en el ordenador o el móvil; en cambio, si seguimos sin tener acceso después de conectarnos a otra red, significa que el problema está en ese dispositivo.

Por lo tanto, esta es otra opción que podemos considerar para verificar si nuestro router funciona correctamente. Sin embargo, debemos contar con otra red cercana para poder realizar esta prueba. En caso de necesidad, siempre podemos compartir la conexión con nuestro móvil. De esta manera, podremos tener acceso a Wi-Fi de forma segura y simplemente tendremos que intentar conectarnos desde cualquier dispositivo que esté presentando problemas de acceso al router.

Observar la velocidad

Pero tener problemas con el router no siempre implica que no tengamos ningún acceso a Internet. En ocasiones, estos problemas se reflejan en una reducción de la velocidad, una disminución en la calidad o la estabilidad de la conexión. También podemos observar si el ping o la latencia son adecuados y no están demasiado altos.

Siempre podemos verificar la velocidad que llega al router y la velocidad que ofrece a nuestros dispositivos. Si la velocidad es muy baja, es posible que tengamos problemas con el aparato. Para hacerlo, debemos acceder al router. El método a seguir dependerá de cada dispositivo, ya que los menús pueden variar. Por lo general, tendremos que ir a la sección que muestra la velocidad de Internet que recibimos.

Buscar información en Internet

Otra posibilidad es buscar información en Internet. A veces, el problema puede estar relacionado con nuestra operadora. Simplemente buscando en la red, podemos informarnos si hay algún problema generalizado y no es solo una cuestión de nuestro dispositivo. Las redes sociales, como Twitter, suelen estar llenas de mensajes de otros usuarios alertando sobre un problema.

Como alternativa, siempre podemos acceder a los canales de comunicación oficiales de nuestra operadora o llamar por teléfono. Es posible que hayan lanzado una advertencia sobre algún problema que han detectado y que podría estar afectando nuestra conexión, así como la de muchos otros usuarios.

Cómo resolver inconvenientes con el enrutador

Tal como hemos observado, existen varios métodos para determinar si un enrutador funciona correctamente. No obstante, también pueden surgir numerosos problemas y soluciones. A continuación, presentamos algunas opciones que nos ayudarán a asegurar el mejor funcionamiento del enrutador. Estas recomendaciones generales pueden ser útiles para resolver los errores más comunes que puedan surgir.

Reiniciar el enrutador

El primer paso, el más básico, es reiniciar el enrutador. Esta acción, en muchas ocasiones, soluciona los errores más frecuentes. En ocasiones, simplemente apagando el dispositivo es suficiente para solucionar los fallos y restablecer su correcto funcionamiento. El enrutador puede presentar ciertos errores si ha estado encendido durante mucho tiempo.

No obstante, es importante reiniciarlo de manera correcta. No basta con apagar y encender rápidamente el equipo. Para reiniciarlo adecuadamente, es recomendable mantenerlo apagado durante al menos 30 segundos antes de encenderlo nuevamente.

Lo que puede resultar más complicado es determinar cuándo es necesario reiniciar el enrutador. En realidad, no existe un tiempo estipulado como el ideal entre reinicio y reinicio. Sin embargo, muchos fabricantes brindan algunas recomendaciones indicando que podría ser beneficioso reiniciarlo aproximadamente cada dos meses. No obstante, esta frecuencia no es exacta. En cualquier caso, es importante destacar que no hay nada de malo en reiniciarlo de vez en cuando, más bien todo lo contrario. Podemos reiniciarlo una vez al día, a la semana o al mes, ya que esto no causará desgaste ni ningún problema adicional.

Incluso, con la recomendación de reiniciarlo cada dos meses, como algunos fabricantes sugieren, si consideramos adecuado hacerlo con más frecuencia, no hay problema. Los beneficios en este caso pueden ser múltiples. La única precaución que debemos tomar es asegurarnos de que no haya ninguna tarea importante en curso por Internet al momento de reiniciar el enrutador. Al realizar un reinicio, podremos:

  • Mejorar la velocidad de la conexión a Internet.
  • Resolver problemas menores en caso de experimentar dificultades con la estabilidad de la red.
  • Cambiar la dirección IP, lo cual puede ayudarnos a evitar bloqueos geográficos. En este caso, debemos cumplir con el tiempo recomendado de apagado, ya que, de lo contrario, el enrutador se reiniciará con exactamente la misma configuración que tenía antes del reinicio.
  • Expulsar posibles intrusos que estén conectados a nuestra red, aunque se recomienda cambiar la contraseña junto con esta acción. Sin embargo, esto no nos protegerá de posibles malwares que puedan ingresar a nuestros dispositivos a través del enrutador.
  • Obtener actualizaciones y parches lo antes posible, lo cual previene fallos e incluso nos puede brindar nuevas funciones que el fabricante implementa.

Mantener el equipo actualizado

Por supuesto, también es importante mantener el enrutador actualizado correctamente. Es fundamental contar con los controladores más recientes. Esto no solo mejorará el rendimiento, sino también la velocidad de la conexión, reduciendo el ping y solucionando problemas en general. Además, nos permitirá resolver posibles problemas de seguridad que puedan surgir.

Es innegable que los routers pueden experimentar fallos en su firmware. Es posible que existan vulnerabilidades que los piratas informáticos aprovechen para recopilar información y acceder a la red. Por lo tanto, es imprescindible mantener siempre todo actualizado. Lo recomendable es conocer cuál es la última versión disponible para el modelo específico.

Priorizar la seguridad en todo momento

Otro aspecto crucial es la seguridad. Si nuestro router tiene una contraseña de acceso débil o no evitamos la presencia de intrusos, es posible que se produzcan problemas en su funcionamiento.

Por eso, nuestro consejo es utilizar siempre cifrados adecuados y contraseñas que incluyan letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales. De esta manera, se utilizarán claves realmente sólidas. Esto se debe aplicar tanto para acceder al dispositivo como para la red Wi-Fi en sí. Es importante usar cifrados WPA-2 o WPA-3, que son los más actualizados, y evitar los obsoletos como WPA o WEP, ya que pueden ser explotados por atacantes.

Es necesario utilizar contraseñas sólidas. Por supuesto, cambiar la que viene por defecto de fábrica, pero también es fundamental que sea completamente aleatoria y lo suficientemente larga. Debemos evitar palabras o números que puedan relacionarse con nosotros y sean fáciles de adivinar. Es esencial utilizar letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales tanto en la contraseña Wi-Fi como en el acceso al router.

Restaurar la configuración de fábrica

Restaurar la configuración predeterminada del router puede solucionar muchos problemas. Es posible que hayamos intentado realizar cambios erróneos o alterado alguna configuración que afecte al funcionamiento correcto del dispositivo, como modificar parámetros relevantes de una red de invitados sin percatarnos.

Esta acción nos ayuda a solucionar diversos problemas tanto de software como de configuración. En resumen, dejaremos el dispositivo en las condiciones en las que se encontraba cuando lo adquirimos o nos fue suministrado por el proveedor de servicios.

Aunque varía según el modelo en cuestión, en general, para restaurar la configuración predeterminada del router se debe mantener pulsado un pequeño botón que se encuentra en la parte trasera del dispositivo. En ocasiones, es posible que se necesite utilizar un objeto fino para presionarlo. Debemos mantenerlo pulsado durante 20 o 30 segundos para que se restablezcan los valores por defecto, tal como venía de fábrica.

Buscar en la web errores específicos

Es importante también realizar búsquedas en Internet de errores específicos que puedan ocurrir en el router. Es posible que existan problemas puntuales que se deban a algún fallo en el equipo. Podemos buscar información en foros especializados y páginas oficiales del modelo exacto que estamos utilizando. De esta manera, podremos obtener más detalles sobre los errores y posibles soluciones para solucionarlos adecuadamente. Algunos errores pueden ser comunes y es probable que encontremos abundante información en la red.

Consultar al servicio técnico

En caso de dificultades, también es recomendable contactar con el servicio técnico. Ellos podrán guiarnos y ayudarnos a resolver los problemas del router. Podemos llamar a nuestra operadora para que reinicien la línea y, de forma remota, intentar solucionar ciertos inconvenientes que puedan surgir. No todos los problemas del router serán responsabilidad del cliente, por lo que comunicarse con el servicio técnico puede ser muy útil para encontrar una solución.

En resumen, estos son algunos métodos que debemos considerar para asegurarnos de que nuestro router funcione correctamente. En caso de problemas, hemos mencionado soluciones básicas que podemos intentar para solucionarlos.

Posibles errores comunes en un router

También es importante mencionar cuáles son los errores habituales que pueden surgir en un router. Estos problemas pueden afectar nuestra experiencia al utilizar el router y conectarnos a Internet. Algunas complicaciones típicas se pueden resolver siguiendo los consejos que hemos mencionado anteriormente.

Baja velocidad de conexión

Sin duda, uno de los errores más comunes en un router es tener una baja velocidad de conexión. Esto puede deberse a limitaciones en la velocidad de la red cableada o inalámbrica. Las causas pueden ser diversas, como problemas de hardware, cables defectuosos o firmware desactualizado. La velocidad lenta es un claro indicio de que hay algún error en el router.

Sin embargo, no podemos enfocarnos solamente en la velocidad. Otro aspecto crucial a tener en cuenta es la latencia, la cual es esencial para actividades como jugar en línea, realizar videollamadas o transmitir en vivo. Si experimentamos un ping excesivamente alto, puede ser señal de un problema con el router.

Problemas de Cobertura

Otro inconveniente común es una mala cobertura. Esto se evidencia cuando intentamos conectarnos a través de dispositivos inalámbricos y recibimos una señal débil, velocidad limitada o inestabilidad. Los routers pueden tener antenas tanto internas como externas, y en ocasiones puede haber problemas con su hardware, lo que afecta la calidad de la señal y la cobertura.

Con el incremento de dispositivos conectados de forma inalámbrica, es importante contar con un router en buen estado que ofrezca una conexión estable en todo momento. También es relevante considerar la banda de Wi-Fi que estamos utilizando. No es lo mismo la banda de 2,4 GHz que la de 5 GHz.

Si nos encontramos lejos del router, es recomendable utilizar la banda de 2,4 GHz, ya que es menos afectada por la distancia y obstáculos, aunque la velocidad máxima puede verse comprometida.

Cortes de Red

Los cortes de red y la inestabilidad también pueden ser causados por problemas en el router. Puede suceder que mientras navegamos, experimentemos interrupciones repentinas en el acceso a Internet o a cualquier servicio en uso. Estos cortes suelen ser momentáneos y de pocos segundos, pero resultan bastante molestos.

Una razón común para estos cortes es que el dispositivo se encuentre saturado y no pueda responder a las solicitudes de los diferentes equipos conectados. Aunque los dispositivos modernos están diseñados para mantener múltiples conexiones por mucho tiempo, el exceso de dispositivos y consumo de recursos puede causar este tipo de errores.

Mal funcionamiento de los puertos Ethernet

Otro problema relativamente común que puede afectar al router es el mal funcionamiento de alguno de sus puertos Ethernet. Podría suceder que estos puertos sincronicen a una velocidad inferior a 100 Mbps, como si fueran Fast Ethernet, o incluso que no funcionen en absoluto y no podamos conectar dispositivos a ellos.

Esto lógicamente va a obstaculizar nuestra navegación normal a través del cable de red. Observaremos que al conectar un dispositivo a un puerto específico, deja de funcionar o no lo hace correctamente. Esto es una clara señal de que algo va mal y que hay un error que puede afectar el buen funcionamiento de este tipo de dispositivos.

Generalmente, esto ocurre después de haber jaloneado o desconectado el cable de manera incorrecta. Es posible que algunos pines se hayan doblado y esto hará que el puerto Ethernet no funcione apropiadamente. Estamos frente a un problema de hardware, por lo que es fundamental hacer un uso adecuado del dispositivo y cuidarlo.

¿Qué hacer si el router no se enciende? Soluciónalo de esta manera

Si al encender tu router WiFi notas que no enciende en absoluto y que los LED de estado no se activan, entonces debes revisar algunos aspectos para determinar qué está sucediendo y poder solucionarlo.

Problema con la alimentación del router

Si tu router no se enciende, es probable que haya un problema con la alimentación del equipo. En primer lugar, debes verificar si la regleta donde tienes conectado el router funciona correctamente y está encendida. También puedes probar a conectarlo directamente a un enchufe de pared que hayas verificado previamente, así podrás descartar la posibilidad de que el problema sea la regleta o el enchufe donde conectas los diferentes dispositivos.

En caso de que esto esté funcionando bien y el router aún no se encienda, es probable que el problema sea el transformador de corriente del router. Normalmente, estos adaptadores de corriente se rompen o dañan, lo que provoca que no suministren la alimentación adecuada al router. Si puedes probar con otro transformador de corriente, sería ideal para descartar este problema, pero antes de probarlo, asegúrate de que tenga el mismo voltaje o tensión de corriente, de lo contrario, podrías dañar el router. Si el adaptador de corriente tiene un amperaje mayor, no hay problema, pero si es menor, es posible que el router no se encienda.

Otra posible razón por la que un router puede no encender es si la fuente de alimentación interna está dañada, algún condensador no está funcionando correctamente o directamente se ha roto. Es importante tener en cuenta que todos los routers tienen una fuente de alimentación interna para suministrar el voltaje e intensidad adecuados a los diferentes componentes internos. Si esta fuente interna está dañada, el router no se encenderá y es probable que tengas que reemplazarlo, a menos que tengas conocimientos en electrónica y puedas repararlo.

Placa base del router

Otra posible causa de que el router no se encienda es si la placa base está dañada por algún motivo. Aunque el suministro eléctrico desde el adaptador de corriente y la fuente de alimentación interna sea correcto, si algún componente de la placa base está dañado, el router no funcionará. Si la placa está rota, es probable que debas cambiar el router porque no podrás repararlo.

No es común que una placa base de un enrutador se dañe, pero sí puede suceder en los enrutadores «baratos» de marcas chinas de baja calidad.

Software del enrutador

Otro aspecto que debes verificar es si has realizado recientemente una actualización de software y si ha fallado por alguna razón. Es bastante común que un enrutador se «brickee» o quede inutilizable debido a una actualización de software. Sin embargo, el enrutador no está completamente inoperable, ya que muchos fabricantes incorporan una copia de seguridad del software para evitar que un error de este tipo cause daños permanentes.

Fabricantes como ASUS, AVM, D-Link y otros más, incluyen en la memoria flash un software básico que se ejecutará solo en caso de que el software completo no pueda hacerlo. El proceso para arrancar este software de emergencia puede variar según el fabricante, pero básicamente debemos seguir estos pasos:

  • Desconecta el cable de alimentación y enciende el equipo.
  • Mantén presionado el botón de reinicio y luego conecta el cable de alimentación.
  • Espera aproximadamente 10 segundos.
  • Suelta el botón de reinicio.

Ahora el software de emergencia estará en funcionamiento. Para acceder al enrutador, debemos configurar una IP fija en nuestra PC y conectarnos mediante un cable. Por lo general, estableceremos la IP 192.168.1.2 con la máscara de subred estándar 255.255.255.0. Luego, podremos cargar correctamente un nuevo software en el enrutador a través de la dirección IP 192.168.1.1.

Como se puede observar, existen varias razones por las cuales nuestro enrutador puede no encender. En algunos casos, hay soluciones disponibles, pero en otros casos, será más conveniente y sencillo reemplazar el enrutador.

Conclusiones

En resumen, los problemas con los enrutadores son bastante comunes. Pueden surgir fallas relacionadas con la velocidad, desconexiones o una cobertura insatisfactoria. Podemos mejorar todas estas situaciones si tomamos en cuenta algunas recomendaciones, como se ha mencionado. Esto garantizará una conexión sin errores de nuestros dispositivos.

A veces, simplemente reiniciar el dispositivo será suficiente, pero en otros casos, deberemos ajustar la configuración. Sin embargo, lo más importante es detectar el problema y tomar las medidas necesarias para garantizar que nuestro enrutador funcione correctamente y tengamos una conexión a Internet de rendimiento óptimo.

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