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  4. Qué es un alojamiento web y diferencias con servidor compartido y dedicado

En la actualidad, cualquier página web, ya sea un blog, una tienda en línea, un sitio de noticias y muchos otros, se alojan en un servicio de alojamiento web, donde una empresa se encarga de alojar el sitio web con su base de datos y servirlo a los visitantes que acceden a nuestro dominio. En este artículo vamos a explicar qué es un alojamiento web y por qué es importante tener un servidor dedicado según las visitas y el tamaño del sitio web o tienda en línea que tengamos, ya que hay varios tipos de alojamiento web y cada uno tiene características diferentes según nuestras necesidades.

Qué es un alojamiento web

El alojamiento web es un servicio en línea que permite publicar páginas web, tiendas en línea, aplicaciones en Internet y muchos otros servicios. Cuando contratamos un alojamiento web, lo que estamos haciendo es alquilar un servidor dedicado o compartir un servidor con otros clientes, donde podemos almacenar lo que queremos publicar, teniendo en cuenta las características del servidor que contratemos. Un alojamiento web está monitoreado las 24 horas por personal físico, ya que la seguridad física es fundamental para mantener seguros los datos de los clientes. También contamos con técnicos 24/7 encargados de mantener los servidores en funcionamiento sin incidencias. En caso de algún problema, están capacitados para solucionarlo tanto a nivel de hardware como de software (siempre que hayamos contratado estos servicios).

Qué tipos de servidores ofrece un alojamiento web a sus clientes

En un servicio de alojamiento web típico, existen principalmente dos tipos de servidores: los servidores compartidos y los servidores dedicados. Es importante fijarse en el tipo de servicio que estamos contratando, si es compartido o dedicado.

Servidores compartidos

Los servidores compartidos son equipos que son utilizados por múltiples clientes, es decir, dentro de un mismo servidor hay muchos clientes. Esto se logra virtualizando los diferentes sistemas operativos de los clientes y asignando recursos diferentes (CPU, RAM, capacidad de almacenamiento en discos de estado sólido, capacidad de almacenamiento en discos duros, ancho de banda) a los clientes.

La principal ventaja de este tipo de servidores es su precio, ya que son mucho más económicos que los servidores dedicados. Sin embargo, tienen varias desventajas:

  • Los recursos del equipo son compartidos con otros clientes, es importante tener en cuenta que no estamos «solos», sino que nuestro sistema operativo está virtualizado.
  • Si hay un problema en el equipo (por ejemplo, a nivel de hardware), todos los clientes que comparten ese servidor se verán afectados.
  • Normalmente son equipos genéricos y no están adaptados a las necesidades específicas del cliente, pero nos permitirán personalizar las características que queramos «alquilar».

Servidores dedicados

Los servidores dedicados son equipos exclusivamente utilizados por un solo cliente. Su principal ventaja es que el hardware del equipo no se comparte con otros clientes, lo que los hace muy poderosos y permite una mayor personalización en términos de componentes de hardware, algo que no es posible con los servidores compartidos. Sin embargo, su principal desventaja es su precio, que es más alto que el de los servidores compartidos.

Cómo elegir el hosting adecuado

Elegir el hosting adecuado para una empresa o un particular puede ser una tarea complicada, pero una elección acertada garantizará el buen funcionamiento y la seguridad del sitio web. En esta elección, se deben considerar varios factores, como el tamaño de la empresa, el tráfico esperado en el sitio web, el presupuesto y las funcionalidades necesarias.

En primer lugar, se debe tener en cuenta el tamaño de la empresa. Si es pequeña, es probable que el tráfico esperado no sea demasiado alto, por lo que un servidor compartido puede ser una buena opción. En cambio, si la empresa es grande y el sitio web requerirá niveles altos de complejidad y tráfico, lo mejor sería utilizar un servidor dedicado o incluso un servidor virtual privado (VPS). El tráfico es un factor crucial, ya que puede afectar en gran medida el rendimiento de la empresa. Elegir un hosting que pueda manejar dicho tráfico nos evitará problemas en caso de picos de usuarios activos muy altos. Además, se debe tener en cuenta que el ancho de banda y el espacio de almacenamiento sean suficientes.

El presupuesto también es uno de los puntos clave que preocupa a muchas empresas. Conocer el presupuesto previamente permitirá optar por diferentes opciones de hosting. Es probable que en este paso se puedan descartar algunos que resulten demasiado costosos, especialmente para empresas pequeñas. Por último, se deben tener claras las funcionalidades necesarias para el sitio web, como certificados SSL, bases de datos MySQL, entre otras.

Precios

En cuanto a los precios, vamos a revisar los precios de un proveedor de hosting muy conocido, OVH.

  • Un servidor dedicado con acceso garantizado a Internet de 1Gbps, una CPU Intel Xeon-D 2123IT y 32 GB de RAM, tiene un costo desde aproximadamente 60€ al mes, aunque dependerá del hardware elegido.
  • Un servidor compartido tiene un costo desde 4€ al mes, con una CPU de 1 núcleo a 2GHz, 2GB de RAM, 20GB de SSD y un RAID local. Sin embargo, también se pueden adquirir servidores compartidos más potentes, con CPU Dual-Core a 2GHz o más, 8GB de RAM y 80GB de SSD.

¿Por qué elegir uno u otro?

Como se puede observar, las diferencias principales radican en que en el servidor dedicado se brinda información detallada sobre el hardware, la velocidad contratada y la posibilidad de personalización. Por otro lado, en el servidor compartido sólo se mencionan los núcleos de la CPU, la RAM, el espacio de almacenamiento (HDD o SSD) y otros servicios como direcciones de correo y tráfico ilimitado.

¿Por qué no se indica el hardware de manera detallada? Esta falta de información permite que no se pueda reclamar sobre un rendimiento lento, ya que no se promete una velocidad mínima. Muchos hemos experimentado momentos en los que una página web no carga repentinamente o cuando se añade algo al carrito y tarda en procesar. Estos problemas pueden ser indicativos de una saturación del servidor, ya sea por cuestiones de hardware, limitaciones en la velocidad de acceso o una alta cantidad de clientes conectados.

Es sumamente importante comprender las necesidades de nuestro negocio para saber qué necesitamos y qué nos conviene. En nuestra opinión, es preferible tener más recursos de los necesarios que quedarnos cortos, ya que debemos considerar posibles «picos» de tráfico en nuestro servidor.

En nuestra visión, un hardware ideal para un servidor dedicado incluiría:

  • Una CPU potente y capaz de manejar la carga adecuadamente.
  • Una cantidad suficiente de RAM para las bases de datos.
  • Almacenamiento SSD para un acceso rápido.
  • Tener tráfico ilimitado y una conexión de red pública de 500Mbps o más.

Este tipo de hardware puede ser ideal para una tienda en línea o un sitio web con miles de visitas. Sin embargo, sería un error utilizarlo para una web que recién está comenzando, no porque funcione mal, sino porque estaríamos pagando por recursos adicionales que no aprovecharíamos. En resumen, lo más importante es conocer nuestras necesidades específicas.

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