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La correcta configuración y seguridad de nuestro router es vital para los usuarios. En ocasiones, una configuración incorrecta de la red local puede impedir la navegación de los equipos de la red o la reproducción de contenido en streaming en las Smart TV. En este artículo de RedesZone, vamos a hablar sobre el servidor DHCP y las ventajas y desventajas de su uso en nuestro router.

¿Qué es el servidor DHCP y para qué sirve?

El servidor DHCP (Protocolo de Configuración Dinámica de Host) es un protocolo de red que actúa como cliente y servidor. Su función es asignar de manera dinámica direcciones IP, máscaras de subred, puertas de enlace predeterminadas y otros parámetros de configuración, como servidores DNS y servidores NTP, a los dispositivos de la red.

El servidor DHCP tiene un rango de direcciones IP privadas que puede asignar a los clientes. Conforme los clientes se conectan, se les asignan direcciones IP de forma secuencial o según un algoritmo interno del servidor DHCP. El servidor DHCP tiene registro de quién tiene cada dirección IP, durante cuánto tiempo la ha tenido y a quién se le ha asignado después en caso de reutilización.

El protocolo DHCP utiliza UDP en los puertos 67 y 68 para el servidor y cliente, respectivamente. Cuando un equipo se conecta por primera vez a la red, envía un mensaje de descubrimiento DHCP, al que el servidor DHCP responde con una oferta DHCP. Luego, el cliente envía una solicitud DHCP y el servidor confirma la conexión con un mensaje de aceptación DHCP.

Por defecto, el servidor DHCP está activado en todos los routers suministrados por los operadores y en aquellos que adquirimos por nuestra cuenta. Si bien esto ofrece comodidad a los usuarios, también tiene desventajas. El uso del servidor DHCP dependerá de las necesidades del usuario y si considera esta función innecesaria. Es cierto que esta función evita la configuración manual de la red en los dispositivos que se conecten, pero también tiene algunas desventajas que deben tenerse en cuenta.

Impacto del DHCP en las empresas

El DHCP tiene implicaciones importantes para las empresas, ya que simplifica la asignación de direcciones IP y otros parámetros de red a los dispositivos conectados. Esto ahorra tiempo y reduce la probabilidad de errores. Además, si se realizan cambios en las direcciones IP de los dispositivos, el servidor DHCP se encargará de ello. También permite asignar máscaras de subred, puertas de enlace y servidores DNS, lo que garantiza una comunicación eficiente y segura.

Por último, se encuentra la posibilidad de tener un control y monitoreo de la red. Con el DHCP, es más fácil mantener un registro de todos los dispositivos conectados. Esto facilita el trabajo de los administradores, ya que pueden identificar de manera rápida y eficiente cualquier conexión no autorizada.

En resumen, disponer de un DHCP puede marcar la diferencia dentro de una empresa. Aunque es más necesario en redes grandes, también se puede implementar en redes más pequeñas. Todas las facilidades que ofrece, gracias a su automatización, generan beneficios en términos de productividad, operatividad, eficiencia, seguridad y económicos.

Ventajas de activar el servidor DHCP en nuestro router

La primera ventaja de tener activado el servidor DHCP en nuestro router es el ahorro de tiempo al configurar todos los dispositivos en nuestro hogar. Este servicio permite que todos los equipos que se conecten obtengan direcciones automáticamente, de acuerdo con el rango de direcciones configurado en la subred LAN y en el rango del servidor DHCP.

La conexión y desconexión de equipos, ya sea por cable o Wi-Fi, se realizará automáticamente sin intervención del usuario. Con el servidor DHCP activado, el usuario no tiene que preocuparse por nada, es el router el encargado de gestionar las direcciones LAN de forma autónoma. Esto es muy útil cuando hay muchos equipos y establecer un control individual sobre cada uno llevaría mucho tiempo.

También debemos tener en cuenta que los servidores DHCP tienen la funcionalidad de «Static DHCP», lo que nos permite asociar una dirección MAC con la dirección IP privada que queramos. De esta manera, podemos proporcionar a un mismo equipo la misma dirección IP siempre, es decir, podemos asignarles una IP estática de forma dinámica a través del servidor DHCP del router.

En resumen, permite una instalación fácil y ahorra tiempo en el proceso de asignación de parámetros de red a los equipos. Además, permite configurar parámetros adicionales como servidores DNS, servidor WINS y otros parámetros avanzados.

Desventajas de activarlo

Uno de los problemas está relacionado principalmente con la seguridad de la red local. En el caso de existir un servidor DHCP, un intruso tendrá una dirección IP tan pronto como se conecte. Si no hay un pool DHCP, la dirección IP debe asignarse manualmente y si hemos cambiado el rango, el posible ciberdelincuente encontrará problemas y tendrá que utilizar diferentes técnicas para conocer el rango de direcciones utilizado.

Otro aspecto negativo de tener el servidor DHCP activado, y por ende, el cliente DHCP en todos y cada uno de los equipos, es que un posible atacante que haya ingresado a nuestra red, ya sea a través de Wi-Fi o cableada, podría levantar un servidor DHCP ilegítimo y hacer que todos los dispositivos se conecten a él. De esta forma, podría llevar a cabo un ataque Man in the Middle utilizando ARP Spoofing o ARP Poisoning. Para un atacante, es mucho más fácil levantar un servidor DHCP para que todos los clientes le envíen el tráfico, que realizar un ataque Man in the Middle específico para cada equipo de la red que queramos, ya que podemos redirigirlos a cualquier servidor DNS y redirigirlos a sitios web maliciosos a nuestro antojo.

El servidor DHCP también presenta un problema en cuanto a su funcionalidad. Supongamos que necesitamos obtener la dirección IP de un dispositivo por alguna razón. En caso de que el servidor DHCP se reinicie, las direcciones asignadas podrían cambiar por completo, lo que nos obligaría a buscar nuevamente el dispositivo. Sin embargo, esto se puede evitar utilizando la funcionalidad de Static DHCP que mencionamos anteriormente.

Por supuesto, si no contamos con un servidor DHCP, será necesario configurar una dirección IP fija en cada uno de los PC, smartphones, Smart TV y otros dispositivos que tengamos en nuestro hogar.

¿Activar o desactivar el DHCP?

Lo primero que debemos considerar es el número de dispositivos conectados a la red local y si queremos mejorar la seguridad o la usabilidad. En nuestra opinión, en un entorno doméstico donde se conecten numerosos clientes WiFi y cableados, activar el servidor DHCP es la opción más conveniente, siempre y cuando aseguremos la protección de la red inalámbrica WiFi. Sin embargo, si deseamos incrementar la seguridad en la red local, podríamos desactivar el DHCP y asignar una dirección IP fija a cada uno de los equipos, lo que ayudaría a mitigar posibles ataques a la asignación dinámica de direcciones y a la red en sí.

También es posible mantener el servidor DHCP activado, pero con un rango de direcciones muy limitado. Esto significa que nuestros propios dispositivos se configurarían con una dirección IP fija, mientras que los dispositivos de amigos o invitados que visiten ocasionalmente nuestro hogar utilizarían el limitado «pool» de direcciones DHCP de nuestro enrutador. De esta manera, tendríamos un mayor conocimiento de los dispositivos conectados utilizando el rango DHCP y podríamos detectar posibles intrusiones revisando los registros del servidor DHCP del enrutador.

Como has podido ver, no hay una respuesta definitiva sobre si debemos activar o desactivar el servidor DHCP, ya que esto dependerá de nuestras necesidades y de si deseamos mejorar la seguridad o la usabilidad de la red.

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