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¿Es una buena idea cambiar del suministro de gas natural a butano o viceversa? Esta es una pregunta frecuente que surge entre los consumidores cuando los precios aumentan. Por eso, en HelpMyCash queremos analizar los aspectos que debemos tener en cuenta si estamos considerando cambiar de tipo de suministro. Aunque es tentador fijarse solo en el costo de cada modalidad, hay otros factores importantes a considerar.

Identificar nuestro perfil de consumo es crucial

El gas es una necesidad básica en cualquier hogar, pero existen dos formas principales de obtener este tipo de energía: gas natural y butano. ¿Cuál es mejor que el otro? En términos de uso, no hay diferencia. Sin embargo, cada uno tiene ciertas características que los hacen más adecuados en diferentes circunstancias.

Por ejemplo, el uso que le daremos es determinante en algunos casos. Por ejemplo:

  • Si tenemos calefacción central de radiadores, necesariamente tendremos que contratar una tarifa de gas natural. En particular, la opción más adecuada será la versión 3.2.
  • Para suministrar la cocina y/o disponer de agua caliente sanitaria, podremos elegir ambas opciones. Sin embargo, si nuestro consumo supera los 5.000 kWh, deberíamos optar directamente por el gas natural. (Este nivel de consumo implica casi tres botellas de butano al mes).

Comparación entre gas natural y butano

Ya sea que compremos una nueva vivienda o renovemos una de segunda mano, decidir qué tipo de suministro de gas queremos es crucial. Obviamente, esta pregunta no sería relevante en una vivienda en alquiler, ya que requeriría una inversión inicial elevada que no sería rentable. Sin embargo, si estamos hablando de nuestra propia vivienda, ¿cómo elegimos la mejor opción? Como siempre, debemos considerar nuestra forma de consumo.

Butano

Gas Natural

Más económico

Más seguro

Mayor independencia

Más conveniente

Requiere espacio físico en la casa

No necesita espacio propio

Requiere controlar el nivel de gas disponible

Pago mensual de la factura

Precio (generalmente) más alto

Pero, ¿realmente el gas natural es mucho más caro que el butano? Debido a que el costo está sujeto a las fluctuaciones del mercado, no podemos predecir el precio anual. Sin embargo, si calculamos lo que pagaríamos en este momento, la diferencia es de unos 4 euros mensuales. Por ejemplo, con los precios actuales, si consumiéramos una botella de butano al mes para cocinar y calentar agua sanitaria, pagaríamos 14,57 euros/mes. En cambio, con una tarifa de gas natural, el mismo consumo costaría alrededor de 19,28 euros/mes, ya que hay impuestos y otros cargos, como el alquiler del contador, que deben ser considerados.

Consideraciones al cambiar de suministro

Es común considerar cambiar de gas natural a butano cuando las facturas continúan aumentando. Sin embargo, antes de tomar esta decisión de manera impulsiva, es importante tener en cuenta varios aspectos. Si todos los indicios muestran que el cambio resultaría en un ahorro significativo cada mes, solo debemos tener en cuenta tres cosas:

  • La bombona requiere de un espacio en el hogar que cumpla con los requisitos de seguridad establecidos.
  • Es posible que la cocina de gas y el calentador no sean compatibles, lo que implicaría reemplazarlos.
  • Si pasamos de una cocina clásica de gas a una vitrocerámica, puede que el menaje no sea compatible.

Del mismo modo, cambiar de butano a gas natural conlleva el costo de alta y la instalación, en caso de que no estén realizadas. Además, debemos revisar la compatibilidad de los electrodomésticos y el menaje. En definitiva, estos gastos adicionales pueden anular cualquier ahorro previsto con el cambio de suministro.

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