Por qué los precios terminan en 99: Desvelando la estrategia de precios psicológicos

¿Por qué los precios terminan en .99?

Si alguna vez has hecho compras en un supermercado, es muy probable que hayas notado que los precios de los productos a menudo terminan en .99 o .00 en lugar de ser números redondos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la lógica detrás de estos precios aparentemente peculiares?

Estrategia de precios psicológicos

La práctica de fijar precios que terminan en .99, en lugar de redondear a la cifra más cercana, se conoce como «precios psicológicos». Esta estrategia se basa en la psicología del consumidor y tiene como objetivo influir en la percepción del precio de un producto.

• Percepción de Descuento: Uno de los principales objetivos de los precios que terminan en .99 es hacer que los productos parezcan más baratos de lo que realmente son. Cuando vemos un producto con un precio de $9.99, tendemos a percibirlo como $9 en lugar de $10. La mente humana tiende a enfocarse en la parte entera del precio y a ignorar los centavos. Esto crea la sensación de que estamos obteniendo un mejor trato, lo que puede incentivar la compra.
• Facilita el Cambio: Los precios que terminan en .99 también facilitan el cambio para el cajero y el cliente. Si un cliente paga con una factura de $10 por un producto de $9.99, el cajero puede dar un solo centavo de cambio sin necesidad de monedas. Esto agiliza el proceso de pago y reduce la necesidad de contar monedas sueltas.
• Muestra de Descuento: En algunos casos, los precios que terminan en .00 se utilizan para mostrar un descuento significativo o una oferta especial. Por ejemplo, si un producto normalmente se vende a $12.99 y ahora está marcado a $9.99, el cambio de los centavos a los dólares completos indica claramente una rebaja de precio, lo que puede atraer a los compradores en busca de ofertas.
• Mayor Atractivo Visual: Los precios que terminan en .99 a menudo se ven más atractivos visualmente en las etiquetas de precios. La cifra .99 tiene una sensación de «menos» que puede parecer más pequeña y asequible que una cifra redondeada. Esto puede atraer la atención de los compradores y hacer que se sientan más inclinados a comprar.

Así que la próxima vez que veas un precio que termina en .99, recuerda que hay una estrategia detrás y que puede estar influenciando tu percepción del precio y tu decisión de compra.