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Si estás adquiriendo una vivienda o un apartamento que no será utilizado como residencia habitual, también deberás considerar los gastos de mantenimiento asociados a la propiedad. Nuestro consejo es que los tengas en cuenta y realices cálculos para asegurarte de que puedes afrontarlos.

  • Los gastos de comunidad si la vivienda forma parte de una comunidad de propietarios. Solicita información a la inmobiliaria o al dueño para conocer su coste.
  • El impuesto de bienes inmuebles (IBI). Su precio puede variar de acuerdo a las tarifas aplicadas por el municipio donde se encuentra la propiedad. Puedes solicitar el último recibo del IBI al vendedor o su inmobiliaria para saber cuánto deberás pagar anualmente por este concepto.
  • Las tasas municipales que se cobren en la localidad donde se ubica la vivienda, como la tasa de basuras o alcantarillado. Puedes consultar con el ayuntamiento para conocer el monto a pagar o solicitar los recibos al propietario o inmobiliaria.
  • El seguro de hogar que contrates para proteger tu segunda propiedad. Su costo generalmente oscila entre los 200 y 400 euros anuales, aunque depende de las coberturas y las tarifas de la aseguradora. Te recomendamos comparar tarifas de varias compañías.
  • La instalación de un sistema de alarma de seguridad si consideras que es necesario. Puedes solicitar presupuestos a diferentes empresas para tener una idea del costo.

Además, es importante tener en cuenta que las segundas residencias deben ser declaradas y pagar el correspondiente IRPF. En la página de la Agencia Tributaria encontrarás toda la información al respecto.

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